Donald B-Lehn

Tras muchas pequeñas colaboraciones con Emilio Goyanes y muchos momentos como espectador (de Laviebel), reconozco en él un heredero de la esencia del hecho teatral: comunicar, provocar emociones, hacer reir, hurgar, conmover… un artesano del teatro que nos llega por su arte, si, pero más aún por su humanidad.